que son cronicas de india
Como ya dijo el famoso filósofo escolástico medieval Santo Tomás de Aquino “para conocer algo hay que comenzar por definirlo”, así que procederemos a lo propio con las crónicas de Indias.
En primer lugar, debemos de tener en cuenta que el término de “crónica” es anterior a la época del descubrimiento, ya que las crónicas fueron muy comunes en el Medievo, e incluso su origen data de la época de los griegos y romanos, los cuales narraban sus conquistas mediante este tipo literario. Utilizando la definición de Walter Mignolo, “Crónica es el vocablo para denominar el informe del pasado o la anotación de los acontecimientos del presente, fuertemente estructurados por la secuencia temporal”. Es importante decir que esta definición de “crónica” es válida para el periodo medieval, ya que para el momento que nos interesa, es decir, el siglo XVI, el término ha evolucionado y su significado ya no es el mismo. Según los letrados de la época, este cambio proviene del hecho de escribir crónicas no sujetándose al seco informe temporal, sino hacerlo mostrando mas apego a un discurso bien escrito en el cual las exigencias de la retórica interfieren con el asiento temporal de los acontecimientos. Es decir, nuestros cronistas de Indias, a diferencia de lo que ocurría con los cronistas medievales, no están tan apegados a la secuencia temporal y demuestran un mayor interés por crear un discurso bien escrito, en el cual la retórica tiene una gran importancia. Con todo esto podemos ver que, para el siglo XVI, los cronistas no son meros escribas que narran lo que ocurre, sino que los aspectos críticos y subjetivos pasan a ser factores a tener muy en cuenta.
Bajo el término de crónica de Indias se agrupa un amplio y variado conjunto de textos que versan sobre el proceso de descubrimiento, explotación, conquista y colonización del Nuevo Mundo por parte de España. Aunque no se afirme explícitamente, se acepta que la crónica de Indias debe recoger el testimonio directo de alguien que haya participado en el proceso de exploración y colonización de las Indias. Me parece muy clara la definición que hace Mariluz Toro sobre esto: “Las crónicas de Indias son relatos de acontecimientos ordenados cronológicamente, cuyo discurso está impregnado de las concepciones desde las cuales los cronistas españoles captaban, ordenaban y describían los hechos de la conquista y la colonización de América, así como el mundo desconocido al cual se enfrentaban”.
A pesar de ser algo evidente, es necesario recordar que para entender a los cronistas hay que tener presente en nuestro análisis que las crónicas poseen, además de una dimensión literaria, otra ideológica de primer orden, la cual, si cabe, es más importante para poder clasificar a los cronistas en diferentes grupos. Existen muchos ejemplos que demuestran que la crónica de Indias puede ser, y es, utilizada como arma defensiva por sus autores con finalidades bastante alejadas del contexto literario historiográfico. Con relación a esto, se ha creado un sector historiográfico que rechaza la validez de las crónicas de Indias como fuente para el estudio del mundo indígena de los primeros momentos de la conquista y colonización, ya que los intereses de los cronistas hacen que el contenido deje de ser real. Dentro de este sector se puede ubicar el movimiento indigenista que reivindica que las fuentes peninsulares no sirven para la historia americana. Desde mi punto de vista, el cual defiendo en mi tesis doctoral, las crónicas de Indias son fuentes riquísimas para el conocimiento del mundo indígena a la llegada de los conquistadores, ya que a pesar de que todo lo que en ellas aparece no sea 100% cierto (cosa que ocurre en el resto de fuentes históricas), en ellas encontramos una basta información sobre las culturas de los naturales del Nuevo Mundo. De esta forma, es evidente que los cronistas fueron a menudo ellos mismos testigos de los hechos que narran o estuvieron en contacto con otros testigos además de con los indígenas. De esta forma, las crónicas no pueden, a nuestro juicio, ser desestimadas como fuentes fiables de un relato histórico, aun contando, como ocurre con cualquier otra fuente, con las limitaciones, enfoques y perspectivas contextuales del autor y su relato.
A la hora de trabajar con las crónicas de Indias hay que intentar empatizar con el cronista y entender porque escribe lo que escribe. Como muy bien apunta María Hernández Carvajal “Es cierto que quien escribe acerca de la realidad del “otro”, describe otra cultura, pero es necesario admitir que se da cuenta de ello a partir de lo propio, de la carga simbólica que se lleva de acuerdo con el orden cultural, incluso desde la percepción del cuerpo, dentro del momento al que se pertenece. Esos son los elementos de análisis que se tienen. Si hay un cosmos diferente, se asume como un caos, porque no es comprensible para el observador. Hasta que no lo aprehende, no puede asumirlo como un “orden diferente”, pues en principio, se asumía que lo correcto era solo el modo de vida europeo católico y no podía concebirse algo distinto. Todas estas ideas hay que tenerlas en cuenta para trabajar con este tipo de documento literario en el que, como ya hemos mencionado, la carga ideológica es sustanciosa.
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